sábado, febrero 03, 2024

Del conocimiento como regulación al conocimiento como emancipación.

Boaventura Sousa Santos 
                      

Cualquier forma de conocimiento implica una trayectoria o progreso desde el punto A, designado como ignorancia, al punto B, designado como conocimiento. 

Las formas de conocimiento se distinguen por la forma en que caracterizan tanto a los dos puntos como por la trayectoria que los conecta. Por lo tanto, no hay ignorancia en general ni conocimiento en general. 

Cada forma de conocimiento se reconoce a sí misma en un cierto tipo de saber al que opone un cierto tipo de ignorancia, que a su vez solo se reconoce como tal cuando es contrastada con ese tipo de saber. Todo conocimiento es el saber de cierta ignorancia, como toda ignorancia es ignorancia de cierto saber.

El paradigma de la modernidad occidental comprende dos formas principales de conocimiento: el conocimiento como emancipación y el conocimiento como regulación. 

El conocimiento como emancipación conlleva una trayectoria entre un estado de ignorancia que llamo colonialismo y un estado de conocimiento que llamo solidaridad. El conocimiento como regulación implica una trayectoria entre un estado de ignorancia que llamo caos y un estado de conocimiento que llamo orden. 

Mientras que la primera forma de conocimiento progresa del colonialismo a la solidaridad, la segunda progresa del caos al orden. En términos del paradigma, la vinculación mutua entre el pilar de la regulación y el pilar de la emancipación implica que estas dos formas de conocimiento se equilibran de manera dinámica. 

Esto significa que el poder cognitivo del orden alimenta el poder cognitivo de la solidaridad, y viceversa. La realización de este equilibrio dinámico se confió a las tres formas de racionalidad: la moral-práctica, la estético-expresiva y la cognitivo-instrumental. 

En los últimos doscientos años, la racionalidad cognitivo-instrumental de la ciencia y la tecnología superó a las otras dos formas de racionalidad. En este proceso, el conocimiento como regulación ganó primacía sobre el conocimiento como emancipación: el orden se convirtió en la forma hegemónica de saber y el caos se convirtió en la forma hegemónica de ignorancia. 

Tal desequilibrio a favor del conocimiento como regulación permitió a este último recodificar el conocimiento como emancipación en sus propios términos. Así, el saber en el conocimiento como emancipación se convirtió en ignorancia en el conocimiento como regulación (la solidaridad se recodificó como caos) y, a la inversa, la ignorancia en el conocimiento como emancipación se convirtió en saber en el conocimiento como regulación (el colonialismo fue recodificado como orden).

Este es el predicamento en el que nos encontramos ahora y del que debemos salir. No queda más que reevaluar el conocimiento como emancipación y otorgarle primacía sobre el conocimiento como regulación. Lo que implica, por un lado, que la solidaridad se convierta en la forma hegemónica del saber y, por otro, que se asuma un cierto caos como consecuencia de la relativa negligencia del conocimiento como regulación, lo que conlleva dos compromisos epistemológicos importantes. 

El primero consiste en la reevaluación del caos como forma de saber y no de ignorancia. Esta transición se puede observar dentro de la propia ciencia moderna en las llamadas teorías del caos. En vez de trascender el caos, el orden coexiste con él en una relación más o menos tensa. En mi opinión, esta reevaluación del caos contribuye de manera positiva a reducir la discrepancia antes mencionada, generada por la ciencia moderna, entre la capacidad de acción y la de previsión. 

El caos invita a una praxis que insiste en los efectos inmediatos y advierte acerca de los efectos distantes, un estilo de acción que privilegia una conexión transparente y localizada entre la acción y sus consecuencias. Es decir, el caos nos invita a un conocimiento prudente. La prudencia se asemeja un poco al pragmatismo. Ser pragmático es abordar la realidad a partir de las últimas cosas a las que hace referencia W. James (1969, p. 380), es decir, de las consecuencias, y cuanto menor sea la distancia entre los actos y las consecuencias, mayor será la precisión del juicio sobre la validez. La proximidad debe tener la primacía como la forma más decisiva de lo real.

Como postura epistemológica, la prudencia es difícil de lograr porque solo sabemos realmente lo que está en juego cuando, de hecho, ya está en juego. Luego de dos siglos de utopismo automático de la ciencia y la tecnología, tal dificultad no puede más que aumentar. Sin embargo, como mencioné, la única alternativa posible es enfrentarla. 

La postura de prudencia impone una doble exigencia. Por un lado, exige que, dados los límites de nuestra previsión, en relación con el poder y la complejidad de la praxis tecnológica, privilegiemos las consecuencias negativas de esta última en detrimento de las positivas. Tal postura no debe ser considerada una actitud pesimista y mucho menos reaccionaria. 

Una de las consecuencias principales del utopismo tecnológico es que hoy sabemos mucho mejor lo que no queremos que lo que queremos. Si nuestra capacidad de previsión es más clara con respecto a las consecuencias negativas que a las positivas, sería prudente concentrar el conocimiento emancipador en las consecuencias negativas. 

Esto implica asumir, y aquí radica la segunda exigencia, una cierta hermenéutica de la sospecha, como lo denominó Ricoeur (1969, p. 67 y pp. 148-153): las consecuencias negativas dudosas, pero posibles, deben considerarse ciertas. Esta valoración del caos y la prudencia no debe entenderse como una visión negativa del futuro. Implica un énfasis en el conocimiento de lo negativo, pero tal negatividad apunta a asegurar lo que en el futuro hay de futuro.

El utopismo tecnológico automático implica una psicología moral que consiste en concebir, como acto de valentía, la aceptación del riesgo de producir consecuencias negativas y, como acto de miedo, rechazar dicho riesgo. Se construye así una personalidad que merma la capacidad de evaluar el riesgo, lo que convierte el automatismo tecnológico en una manifestación suprema de voluntad. 

Debemos criticar esta psicología moral de forma radical. En lugar de combatir nuestro déficit de previsión, se alimenta de él y disminuye nuestra capacidad de prever las consecuencias negativas. Cuando está en riesgo la supervivencia de la humanidad tal como la conocemos, no tener miedo es la postura más conservadora. Lo que se necesita, entonces, es construir una teoría de la personalidad basada en la valentía de tener miedo.

Por lo tanto, aceptar y reevaluar el caos y la prudencia que exige es una de las dos estrategias epistemológicas capaces de inclinar el conocimiento hacia la emancipación. La otra estrategia consiste, como mencioné, en reevaluar la solidaridad como forma de saber. Estas dos estrategias están conectadas de tal manera que ninguna de ellas tendrá éxito sin la otra. 

La solidaridad es una forma específica de saber que se impuso al colonialismo. El colonialismo consiste en la ignorancia de la reciprocidad, en la incapacidad de concebir al otro más que como objeto. La solidaridad es el saber obtenido en el proceso siempre inacabado de volvernos capaces de reciprocidad a través de la construcción y el reconocimiento de la intersubjetividad. 

El énfasis en la solidaridad convierte a la comunidad en la esfera privilegiada del conocimiento emancipador. 

Después de dos siglos de desterritorialización de las relaciones sociales, la comunidad no puede limitarse a ser la territorialidad del espacio contiguo (o local) y la temporalidad del tiempo breve (o inmediato). 

Vivimos en una época de nexos opacos, locales-globales, inmediatos-finales. La neocomunidad es una esfera simbólica cuya productividad no requiere un genius loci fijo. Es un hic et nunc, algo local e inmediato, que puede abarcar el planeta y el futuro más lejano. 

La neocomunidad transforma lo local en una forma de ver lo global y, lo inmediato, en una forma de ver el futuro. Es el ámbito simbólico en el que se desarrollan territorialidades y temporalidades específicas que nos permite concebir al otro en una trama intersubjetiva de reciprocidades. 

Dado que la nueva subjetividad no depende de la propia identidad sino de la reciprocidad, se encuentra al margen del androcentrismo: el otro puede ser la naturaleza o bien la bestia de la que San Francisco de Asís se considera hermano.

Una vez delineadas las estrategias epistemológicas hacia un conocimiento emancipatorio, debemos señalar algunos de los procesos a través de los que se llevarán a cabo. No es una tarea sencilla. Dada la hegemonía del conocimiento como regulación, la solidaridad, como hemos visto, se concibe hoy como una forma de caos y, el colonialismo, como una forma de orden. Por lo tanto, debemos proceder a través de la negación crítica.


Tomado de: 

Sousa Santos, Boaventura. 2021. Descolonizar la universidad. El desafío de la justicia cognitiva global. Ediciones CLACSO. Buenos Aires, Argentina. pp. 56-60.





jueves, octubre 12, 2023

Sobre el Seminario Especial Agroecología Universidad Bolivariana de Venezuela. 11 octubre 2023

Seminario Especial Agroecología UBV. Rumbo a la V Convención Nacional de Estudios Ambientales CONEA 2023. Miércoles 11 de Octubre 2023. Edificio Patria Grande de la Universidad Bolivariana de Venezuela Sede Caracas.




Espacio tiempo para la reflexión académica abrazada a la ecomilitancia en clave agroecológica sentida y vivenciada desde experiencias con comunidades de aprendizaje y agroproductores ganados para erigir vida perdurable.  

Experiencias desplegadas en Caracas, Venezuela y en Quintana Roo, México 🇲🇽 hermanaron estas tres horas de diálogo y praxis testimoniada gracias al testimonio de la investigadora Olga Domené Painenao a partir de la ponencia: ¿Desde dónde estamos pensando las agroecologías? Una perspectiva desde la territorialización.

En su ponencia la investigadora rescata la importancia del sujeto en los procesos educativos agroecológicos. Mencionó con especial énfasis el rol revitalizante del Maestro - Pueblo. Se cuestionó ¿ Por qué son invisibles algunas formas de vida, ante nuestros ojos?

De igual manera destacó la importancia de las arvenses (super plantas en estado silvestre la más de las veces obviadas por enfoques de costo beneficio alienante) capaces, según recientes investigaciones, de resistir, entre otras variables, el estrés hídrico.

A partir del reconocimiento de autores como el chileno Hugo Zemelman y haciendo retrospectiva en clave de antecedentes históricos nos ofrendó importante fraseo vinculado a los giros descoloniales necesarios en ese tránsito humano existencial de la cosificación / mercantilización y desapego a la ecosistémica viva hacia la vida perdurable presente en los reveladores textos de Frantz Fanon, Ramón Grosfoguel, Juan José y Rafael Bautista Segales.

La investigadora Domené también relató la importancia de contraponer la categoría seguridad alimentaria a la de soberanía agroalimentaria. A partir de este preámbulo disertó en lo sucesivo por importantes sendas que nos reconectan con decires y haceres siempre vigentes en nuestro hacer cotidianos de intelectuales orgánicos y ecomilitantes ganados para la descolonización estratégica que nos religue en propuestas y concreciones dignificantes para la vida posible.

Desde una postura de mujer del Sur Global, vinculada a la articulación pedagogizante de las agroecologías presentes en nuestro continente americano, la compañera Domené nos ofrendó palabras de advertencia sobre el complejo y agravado extractivismo cognitivo que desde la objetivación y su discurso /fuerza avasallante propio de la colonización/neocolonización violenta (patrón civilizatorio desarrollista con racionalidad y latencia de muerte) ensancha su criminal praxis de acumulación por desposesión.

Agroecologías desde los pueblos, las niñeces, las comunidades capaces de crear y recrear en gozo propuestas educativas que favorezcan acervos milenarios de vínculo con la vida que somos sin perder de vista la crisis intergeneracional, la crisis ecosistémica y climatológica que le imprimen a estas reflexiones un contexto de gravedad y desafío creativo superior. 

analogías y metáforas no sobraron toda vez que la ponente nos permitió entender en clave integral integradora la posibilidad de entender y ser bio y sociodiversidad trenzadas desde polifonías que se expresan en dinámicas, frágiles, inéditas manifestaciones de la vida humana y no humana en interacción permanente.

Lo popular encarnado con sus manifestaciones diversas para, desde lo educativo y desde la ciencia liberada de ser solo brazo racional de la acumulación de capital y poder del Norte Global (en desmedro de la biodiversidad y la fuerza laboral de hombres y mujeres del Sur Global) fue exhorto y senda caminada por la investigadora proveniente de una importante experiencia con Ecosur y Pies Ágiles en la Península de Yucatán, Estado de Quintana Roo.
          



Imágenes de la presentación en vivo y por canal virtual (Instagram Live) de la ponencia intitulada: La otra siembra del PFG Agroecología. Claves pedagógicas, geohistóricas y geoculturales. Apelando a refrencias, enfoques y testimonios en retrospectiva / prospectiva tejimos conversa para presentar qué representa hablar de un Programa de Formación de Grado que insiste en la Agroecología, en su pedagogización sensible, cimarrona para asumir el grande y revitalizante desafío de formar seres humanos ganados para la producción agroalimentaria sana, sabrosa, soberana sin generar impactos lesivos a la ecosistémica natural.

Qué referentes ancestrales y contemporáneas más allá de agravadas coyunturas precarizantes y erosivas de la vida cotidiana robustecen a la agroecología en el horizonte de educación universitario, desde el saber conciencia, dese la educación popular y desde la praxis ecomilitante fueron hilos del grande tapiz colorido erigido en conversatorio desde las palabras que como biólogo y ecomilitante creo y debo poner en tensión creativa, dialógica.




Los docentes Alexis Hernández y Begoña Anchustegui en su ponencia viculada a la importante experiencia agroproductiva y ecomilitante del Vivero UBV - Sede Caracas.

De derecha a izquierda: mi persona Nicanor Cifuentes, la compañera Olga Domené, el docente Alexis Hernández, la docente Ana Martínez y el compañero arquitecto Hans Federico Campagna.

De derecha a izquierda: mi persona Nicanor Cifuentes, la compañera Olga Domené, el compañero docente Aliffer Mora de la Universidad Experimental Simòn Rodríguez y el compañero José Vitos.


Docentes y estudiantes manifestaron con su presencia un importante apoyo fraterno. Muy agradecidos por el encuentro avanzamos colectivamente hacia la V Convención Nacional de Estudios Ambientales CONEA 2023, del 21 al 24 de noviembre 2023 en las diversas sedes regionales de la Universidad Bolivariana de Venezuela

Ofrendamos acá las tres ponencias (en formato PDF) que durante más de tres horas este miércoles 11 de octubre 2023, en las instalaciones del Edificio Patria Grande de la Universidad Bolivariana de Venezuela (Los Chaguaramos, Caracas) nos acercaron en común reflexión y praxis agroecológica ecomilitante. Asì nuestro rumbo hacia la quinta edición de la Convención Nacional del Centro de Estudios Ambientales de la UBV a celebrarse del 21 al 24 de noviembre del presente año desde el lema religante "Agua y Territorios soberanos por la Vida".

Agroecología dialogo de saberes y procesos educativos/Olga Domené/Ecosur - Pies Ágiles

La Agroecología desde la UBV La otra siembra de la ecomilitancia venezolana/ Nicanor Cifuentes Gil / PFG Agroecología Universidad Bolivariana de Venezuela

Presentación Vivero UBV/ Alexis Hernández y Begoña Anchustegui / PFG Agroecología Universidad Bolivariana de Venezuela


 #AgroecologiasParaLaVida

#20AñosUBV

#SeVieneVConea2023

#OctubreDescolonial

#SerSur

domingo, septiembre 24, 2023

Credo


@koketit



Creo como niño silente en toda la luz que me confunde en gozo.

Creo y potencio la porfía en lo vivo desde la vida digna como si se tratase de abrir una pesada y desvencijada reja tras la cual está la risa, tantas veces pospuesta, del vivir.

Creo en los atardeceres de cielo color vainilla con soles de naranja puntuales en la tarde del puerto Maracaibo.

Creo en la certeza de la paz alcanzada luego de las tensiones de lo cotidiano.

Creo en la celebración cuerpo de esa voz que ríe y celebra el acople con una madurez que despierta como flor.

Creo en las ternuras que me ofrendan las plantas que he regado con agua y sol.

Creo en mis gatas y en mis gatos y su pelaje ronroneante, su áspera lengua que lame mis heridas y lágrimas del humano sin maullido que sigo siendo.

Creo en los lápices que no usé hasta el final, en el olor del celofán que es preámbulo de lo novísimo y de las ofrendas familiares.

Creo en el Pesebre Patio de Canchancha donde mis abuelos paternos crearon desde 1958 un universo con figuras de cinco continentes para conmemorar el nacimiento del niño Jesús, su madre María y su padre José perseguidos por el imperialismo romano y los dogmas patriarcales del judaísmo.

Creo en el gentío amoroso que pobló y puebla las convocatorias a los Calendarios de Abrazo que insurgen en este patio pesebre que somos al norte de la árida Maracaibo.

Creo en la poesía como torrente creativo que no nada más se escribe o lee, que no nada más se recita sino que despliega su fuego y danza, su carne y certeza en las militancias para allanar las duras texturas de un mundo inflamado y doliente.
Creo en caminar la palabra…sudando la camiseta.

Creo en las conciencias y corazones ensanchados de común unidad en la geografía viva, en la educación del pueblo creador que puede.

Creo en la edad bicentenaria que desde Venezuela insiste en la revolución tejiendo, por entre ráfagas de odio terco liberal burgués, la felicidad como gerundio colectivo.

Creo en la duda joven y en la brillantez madura del bailarín Simón Bolívar, padre Libertador asombrado todavía en El Chimborazo ante el manto iris en su delirio y certeza.

Creo en la insurgencia de los subalternos y enmudecidos de todas las edades, creo en su oralitura, en sus voces calladas en sus manos callosas.

Creo en la vida perdurable que no requiere de tecnocracia ni de farsalia para sostenerse y sustentarse.

Creo, como las y los hermanos indígenas aymaras quechuas del Estado Plurinacional de Bolivia, que el Desarrollo es una mala palabra.

Creo aún en el buen gobierno zapatista al sur del continente de colores y sabores que es México.

Creo en lo que despiertas como luz humana poeta de la contundencia política, estratega de lo libertario, ternura con olor a tierra enlluviada… te creo y busco en porfía insondable, honda. Te sé poeta del “por ahora”, arañero y amorista: Hugo Rafael Chávez Frías.

Amparado creo en mi madre de risa e inteligencia inmensa. Amparo Gil Vanegas: Desde tu amor militante y literario ya los cuentos de hadas no son lo mismo en mi devenir de peatón del Sur Global. Eres mi vela encendida.

Creo en el teatro otro (Teotro) de mi dramaturgo padre poeta Nicanor Cifuentes Gómez. Tu hacer de cuerpo, palabra y memoria trenza el universo que vivo y el porvenir.

Creo en la valentía de mis hermanas Coralia y Aura Elena, porfiadas, lacias y de risa abrazo mujer.

Creo en los libros profundos y en las escenas del cine inteligente que eternizan momentos para no desfallecer entre saltos de angustia y horror. 

Sigo allí... en la rafaga de emociones de Cinema Paradiso, en el llanto preciso, limpio, sanador del maduro Toto en esa sala de cine viendo el regalo de Alfredo hecho cine y beso censurado.

Creo en la perseverancia que de lejos percibo y amo de la literatura, el fútbol y el rock argentino.

Creo en la cualidad aérea de un niño afroestadounidense que nació en Indiana y que ante los rigores del espectáculo supo danzar en epifánica levedad como ninguno, siendo fiel al canto llanto del blues de las plantaciones de algodón del Sur esclavizado de Estados Unidos.

Creo en la ternura y en los aprendizajes que me han ofrendado las mujeres que han dejado huella en mi existencia.

Creo en Juan Felix Sánchez y en Epifania, crísticas piedras, neblina amor, ternura de frailejón páramo.

Creo en mi silencio y en la autosuficiencia de mis instintos que tallan rigores para no ceder ante tanto huracán y coyuntura precarizante. Creo en la urgencia de hacer tangible las ternuras que prodigué y, sin falsas modestias, merecemos.

Creo en el estallido intempestivo de la risa diáfana, torrente carcajada para que la pena vuele y la oquedad se quede quieta. Charlot Chaplin, Bip Marceau, Cantinflas Mario Moreno, Joselo Díaz van conmigo…siempre.

Creo en Chico Mendes, seringueiro sabio, en Sabino Romero Izarra indígena yukpa de claridad y valor inmensos, Creo en Berta Cáceres hecha río y piedra curva… gritos de un mismo continente Sur, de una misma fronda y oxígeno necesarios en la certeza de una ecología política desde abajo.

Creo en las ciencias y tecnologías humanas capaces de dar respuesta a la contingencia, labrando culturas, geohistorias sin competir con la avasallante y violenta ciencia hegemónica que corroe y erosiona el saber al convertirse en brazo cognitivo de la guerra imperial. 

Creo en Ibrahím López García y su giróscopo y pastor de nubes. Creo en Arístides Bastidas y su ciencia amena, creo en la arquiternura de Fruto Vivas. Creo en Carl Sagan y su poética del asombro en clave astrofísica…religiosa.

Creo en mi familia colombiana abrigo ternura, militancia clara, poesía y calor de fogón. 

Creo en la bonitura, en la trova rasgada de guitarra, en la canta necesaria y en las ternuras del padre cantor Alí Primera y del siempre querido Víctor Jara.

Creo en las certezas e influencias, en los colores y pinturas, en los códigos y datos, en las tonadas y rocíos, en los pétalos y hondonadas de humedad y gracia que seguramente se reiteran para recordarnos la vida que somos… la vida que NOS hace.

Creo en el vacío y en el secreto de los ceros, creo en los horizontes más allá de todo agujero negro. 

Creo como sinónimo de celebración de ser humano y ser vivo
Celebro mis creencias.

Nicanor A. Cifuentes Gil.
Domingo 9 de Julio 2023.
Quinta Crespo, 
Parroquia Santa Teresa, Caracas.

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sábado, septiembre 02, 2023

Exposición Bicentenario de la Batalla Naval del Lago de Maracaibo en la Galería de Arte Nacional (GAN), Caracas. Agosto 29 2023.

La intención de esta nueva entrada en el blog es ofrendar imagen y contexto de la exposición en homenaje al bicentenario de la Batalla Naval del Lago de Maracaibo (1823 - 2023) inaugurada hace semanas en los espacios de la Galería de Arte Nacional en Caracas, Venezuela.

Una reposada visita me permitió hacer registro fotográfico detallado de la exposición con obras de variado formato entre las que encontramos carteles, maquetas, cuadros y material documental bibliográfico y hemerográfico de gran valor. 

En aras de ensanchar reflexión y emoción sobre esta particular y bien curada exposición en la que convergen desde el Ministerio del Poder Popular para la Cultura, la Fundación Museos Nacionales y en específico el equipo curatorial de la Galería de Arte Nacional así como la Armada Bolivariana de las Fuerzas Armadas Nacionales Bolivarianas (FANB) toda vez que la efeméride del 24 de julio se conmemora no solo la Batalla Naval en el Estuario Lago de Maracaibo en el noroccidente venezolano sino el Día de la Armada Nacional y onomástico del padre Libertador Simón Bolívar.

Sean pues estas imágenes desde la emoción y reflexión una humilde ofrenda para desde la mirada atenta "estar ahí" y poder, mientras ya posteriormente se logra ver la exposición en físico, de manera tangible, poder disfrutar y dejarse permear de las importantes lecciones que sin duda alguna pretende toda exposición museística y más esta tan vinculada con nuestro destino de matria independiente.

Todas las fotografías y las leyendas son de mi autoría. Al hacer click sobre cada imagen las mismas se podrán aumentar y ver con mayor detalle así como descargarse. Siempre atento a cualquier comentario propositivo para ensanchar conciencia y afectos. Bienvenidos pues...

Entrada principal hacia la exposición Bicentenario de la Batalla Naval del Lago de Maracaibo.

En seguida una importante compilación de los 26 carteles participantes en el Concurso. Entiendo se definieron pautas de participación acatadas por las y los participantes (se ofrenda listado). Las palabras claves del cartel en clave semiótica eran la Épica Naval Bicentenaria.

Listado de las y los 26 participantes en el Concurso de Carteles con Motivo del Bicentenario de la Batalla Naval del Lago de Maracaibo.

Cartel 1. Fila superior. Autor: Romel Fernando Avendaño.

Cartel 2. Fila Superior. Autora: Jennifer Mantilla.

Cartel 3. Fila Superior. Autor: Adán Arias.

Cartel 4. Fila Superior. Autor: Víctor Hernán Rodríguez.1er Lugar.

Cartel 5. Fila Superior. Autora: Marcolina Prisca.

Cartel 6. Fila Superior. Autor: Isaac Contreras.

Cartel 7. Fila Superior. Autor: Manuel Soto.

Cartel 10. Fila Superior. Autor: José Parra.

Cartel 11. Fila Superior. Autor: Michelfs Churión.

Cartel 14. Fila Inferior. Autor: Adelso Morán.

Cartel 15. Fila Inferior. Autor: Juan Carlos Lugo

Cartel 16. Fila Inferior. Autora: María Milano. 3er Lugar. 

Cartel 17. Fila Inferior. Autor: Leider Mendoza.

Cartel 18. Fila Inferior. Autor: Tomás Varela.

Cartel 19. Fila Inferior. Autor: Thay Monic.

Cartel 20. Fila Inferior. Autor: Francisco Arteaga.

Cartel 22. Fila Inferior. Autor(a): Michelle Mora. 2do Lugar.

Cartel 24. Fila Inferior. Autor: René Latouche. 

Cartel 25. Fila Inferior. Autor: Andrés Rosario.


Maquetas.

Academia Militar de la Guardia Nacional Bolivariana.

Academia Técnico Militar del Ejército. 1er Lugar.

María Esther González.

Maquetas.

1. Tte. Madison Garay Castro (AMEB)

2. Tte. Madison Garay Castro (AMEB)

3. Tte. Nelmarys Martinez Quintero (AMGNB).




Uniforme para tropa de Infantería de Marina (1814). Prenda militar que debe portar la tropa de Marina e Infantería de Marina. Manuel Piar a bordo del bergantín Minotauro. Puerto Cabello, 2 de febrero de 1814.


Piezas del Museo Naval Ana María Campos.




Garneray, Ambroise-Louis. 1ª Vista de la Escuadra de la República de Colombia al mando del General Bto. José Padilla, el día 8 de mayo de 1823 al forzar la Barra de Maracaybo por el Castillo de San Carlos. Posterior a 1823. Litografía de Langlumé, 45 x 64 cms. Colección del Museo Bolivariano, Caracas.

Garneray, Ambroise-Louis. 2ª Vista del Combate del 24 de julio del año 1823 en la laguna de Maracaybo al mando del Benemérito General José Padilla se la dedica al teniente de navío Jayme Brun. Posterior a 1823. Litografía de Langlumé, 45 x 64 cms. Colección Museo Bolivariano, Caracas.

Garneray, Ambroise-Louis. 3ª Vista del Combate del 24 de julio del año 1823 en la laguna de Maracaybo al mando del Benemérito General José Padilla se la dedica al teniente de navío Jayme Brun. Posterior a 1823. Litografía de Langlumé, 45 x 64 cms. Colección Museo Bolivariano, Caracas

Garneray, Ambroise-Louis. 4ª Vista del Combate del 24 de julio del año 1823 en la laguna de Maracaybo al mando del Benemérito General José Padilla se la dedica al teniente de navío Jayme Brun. Posterior a 1823. Litografía de Langlumé, 45 x 64 cms. Colección Museo Bolivariano, Caracas

Para una mayor y detallada información sobre estas importantes y referenciales litografías recomiendo visitar la siguiente dirección electrónica:

Las Vistas de la Batalla Naval del Lago de Maracaibo, de Ambroise-Louis Garneray. Validación como fuente histórica (Junio 12 de 2017)




Emisión de estampillas conmemorativas del Sesquicentenario de la Batalla de Maracaibo.

Medalla de la Batalla Naval del Lago de Maracaibo. Armada Bolivariana de Venezuela.


Emisión de estampillas conmemorativas del Sesquicentenario (150 años) de la Batalla de Maracaibo. Cortesía del Ministerio de Hacienda - Dirección de la Renta Interna. 1823 - 1973.

Medallas conmemorativas del Sesquicentenario (150 años) de la Batalla Naval del Lago de Maracaibo acuñadas en el año 1973.





En Bolívar nos encontramos.

Portada del Diario Crítica (Maracaibo Estado Zulia) del 24 de julio de 1973. Conmemoración del Sesquicentenario de la Batalla Naval del Lago de Maracaibo. Presidente de Venezuela Rafael Caldera.



Diario Crítica (Maracaibo, Estado Zulia) del 24 de julio de 1973. Conmemoración del Sesquicentenario de la Batalla Naval del Lago de Maracaibo. 

Diario El Impulso (Barquisimeto, Estado Lara) del 24 de julio de 1985. Conmemoración de los 162 a de la Batalla Naval del Lago de Maracaibo. 

Detalle de este titular de periódico muy revelador del tiempo político que se erigía en la IV República. Autor: Julio Pérez Rojas. 24 de julio de 1985. Diario El Impulso, Barquisimeto, Estado Lara.

En aguas del Lago de Maracaibo se consolidó la Independencia lograda en tierras de Carabobo. 


José Padilla para el General (sic), en que le dice ser preciso variar de posición inmediatamente y trasladarse con todas las fuerzas a Punta de Palmas (Costa Oriental del Lago de Maracaibo) por ser un sitio militar y ventajoso para batir al enemigo. También espera se le envíen a ese sitio quinientos veinte y cinco hombres de infantería. Fuente: Archivo General de la Nación (AGN). Intendencia de Venezuela, t. CXLVI, fs.129 - 130vto.

1. José Padilla para el General (sic), en que le dice ser preciso variar de posición inmediatamente y trasladarse con todas las fuerzas a Punta de Palmas (Costa Oriental del Lago de Maracaibo) por ser un sitio militar y ventajoso para batir al enemigo. También espera se le envíen a ese sitio quinientos veinte y cinco hombres de infantería. Fuente: Archivo General de la Nación (AGN). Intendencia de Venezuela, t. CXLVI, fs.129 - 130vto.

2. José Padilla para el General (sic), en que le dice ser preciso variar de posición inmediatamente y trasladarse con todas las fuerzas a Punta de Palmas (Costa Oriental del Lago de Maracaibo) por ser un sitio militar y ventajoso para batir al enemigo. También espera se le envíen a ese sitio quinientos veinte y cinco hombres de infantería. Fuente: Archivo General de la Nación (AGN). Intendencia de Venezuela, t. CXLVI, fs.129 - 130vto.

3. José Padilla para el General (sic), en que le dice ser preciso variar de posición inmediatamente y trasladarse con todas las fuerzas a Punta de Palmas (Costa Oriental del Lago de Maracaibo) por ser un sitio militar y ventajoso para batir al enemigo. También espera se le envíen a ese sitio quinientos veinte y cinco hombres de infantería. Fuente: Archivo General de la Nación (AGN). Intendencia de Venezuela, t. CXLVI, fs.129 - 130vto.

4. José Padilla para el General (sic), en que le dice ser preciso variar de posición inmediatamente y trasladarse con todas las fuerzas a Punta de Palmas (Costa Oriental del Lago de Maracaibo) por ser un sitio militar y ventajoso para batir al enemigo. También espera se le envíen a ese sitio quinientos veinte y cinco hombres de infantería. Fuente: Archivo General de la Nación (AGN). Intendencia de Venezuela, t. CXLVI, fs.129 - 130vto.

Detalle de la imagen previa.

Leyenda de la izquierda en la imagen:
Oficio del Coronel Manuel Manrique, Comandante General del Departamento del Zulia, al Comandante General de Venezuela, en que le acompaña el estado de las fuerzas existentes en Maracaibo y Mérida para el mes de abril (1823).
Fuente: AGN Guerra y Marina LIX, f. 22. 

Leyenda de la derecha en la imagen:
Oficio de Rafael Lugo, Juez Político de San Felipe, al Jefe del Estado Mayor del Ejército, diciendo tener noticias fidedignas de que una partida nuestra tomó prisionero al Comandante español de La Vela de Coro y que nuestra escuadrilla ocupó la laguna de Maracaibo.
Fuente: AGN Guerra y Marina LIX, f.155 - 165vto.

Hugo Rafael Chávez Frías. 24 de Julio de 2012.

Capitán de Navío Renato Beluche. Autor: M. F. Rincón (1976)

Batalla Naval del Lago de Maracaibo. Autor: Eloy Rodríguez (2003).

"La Espartana" Goleta de 9 cañones y noventa (90) hombres integrante de la flota gran colombiana en la Batalla Naval del Lago de Maracaibo el 23 de julio de 1823. Maqueta realizada por R. Valero M. según planos y dibujos de época. Caracas 1980.



Detalle de la Proa.

Detalle de la Popa.

Ana María Campos: 1823. "¡Morales, si no capitulas...mondas!"

Bergantín San Carlos.

Bergantín Independencia.

Detalle. Comunicado de la Junta Superior de Guerra a todos los Comandantes de Buques que integraban la escuadra patriota.

Bergantín Marte.


MSc. Nicanor A. Cifuentes Gil. Autor del texto inicial y las fotografías.